
Es ocaso de una tarde cualquiera, comienza perdiendo su esplendor ocultando en la distancia el panorama, hasta que deja el pálido reflejo en señoreo de la luna. Luna viajera que nos acompaña sin ser invitada en un viaje cualquiera. Mutable, ya remozada en plenilunio, va como nosotros cumpliendo tiempos y cambiando semblantes hasta morir de vieja, pero para reencarnar volviendo a ser niña como un sol. Es huérfana de madre pero en su padre halló legado de luz irradiada. Vive de engaños, porque cree señorear en todo el universo. No sabe que más allá, en el espacio infinito no es nada ni nadie, que sus vestidos esplendorosos son en realidad harapos comparados con los encajes de las estrellas. Que hay otras lunas que bailan en otros lugares a veces acompañadas, ella en cambio está sola, y como reseñado, es huérfana de madre y a duras penas recibe migajas de su padre que hace lo que puede para vestirla de alguna luz y de vez en cuando recibe en su faz un traje nuevo.
DUBITACIONES
LUNA


