LA PROMISCUIDAD
ENTRE ALEGADOS CRISTIANOS

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Se hace planteamiento sobre si es aceptable la masturbación como medio de satisfacción copular y orgásmica, y sorprende que personas que constantemente hacen planteamientos de orden moral y religioso se contradicen y aceptan estar prestos a llevar a cabo acciones concupiscentes a través de la masturbación. Es harto conocido que quienes recurren a la masturbación utilizan imágenes de mujeres a veces ajenas, de mujeres que ven por las calles sobre las cuales han conservado memorias sensuales y voluptuosas, de niñas y niños menores de edad, de hombres afeminados y de los otros, jóvenes y adultos con miembros descomunales o como deseados, de varias mujeres a la vez retrotrayendo en sus perversiones distintas maneras de tener relaciones sexuales con cada una de ellas y se consideran personas dignas y honrosas. En abierta desconsideración a veces hasta de sus propios maridos en caso de mujeres o de las esposas si se trata de hombres casados. Y con imaginación creativa pero morbosa, con lascivia concupiscente se descargan contra el sexo quien sabe con cuántas aberraciones sexuales en cada circunstancia. Y llaman anormal a quien no lleva a cabo este tipo de aberraciones amorales, y se alejan de cualquier precepto, moral, del amor verdadero que dicho de paso creen que se hace en una cama. Dios creó el sexo dicen y por ello dan rienda suelta a sus promiscuidades y concupiscencias. Que Dios ordenó que se hicieran muchos y llenaran la tierra alegan. ¡Sí!, Dios ordenó eso, pero no acepta el relajo sexual, la prevaricación sexual, el sadismo, sado-masoquismo, la infidelidad, la deslealtad que se lleva a cabo inmerso en un estado morboso, voluptuoso y sensual ilegítimo, con personas ajenas a sus vicios, con la esposa de un vecino, con la hermana o el hermano de amigos, con sus propias hermanas y sin dudarlo hasta con sus propias madres porque se trata de enfermos sexuales incontenibles, de familiares en cualquier rango filial. Gente que desnuda con la vista a mujeres y hombres con un placer enfermizo y desgraciado y a esto le llaman ser persona normal. Es la corriente de segregaciones sobre la cual siempre escribo. En el mundo hay tan solo dos clases de personas: Los más equivocados y los menos equivocados. Me auto-segrego de los del grupo de los más equivocados en este caso porque no se puede sacar agua limpia de pozos con agua sucia. Bebe el agua de tu propia cisterna, y raudales de tu propio pozo dice La Biblia. Y continúa: Pues, ¿porqué habrían de derramarse tus corrientes de aguas por las calles?. Sean para ti solo, y no para los extraños contigo. Cristianos alegan ser algunos con denuedo, con las manos entrelazadas y el rostro cabizbajo, con el mea culpa, el yo pecador en los labios metidos dentro de un recinto religioso y con el amor en palabras huecas, pero no en el espíritu, pero no en el corazón. Cristianos que hacen caso omiso a los postulados divinos y que se cantan amadores del prójimo. El amor no es lo que creen, es un sentimiento digno y honroso, es decoroso, no se regocija con las injusticias, no es ególatra, no es morboso, no es infiel, no es desleal, es benigno y sufrido, no es jactancioso. 
Tengan todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad conyugal, porque Dios juzgará a los adúlteros y a todos los que cometen inmoralidades sexuales”. Hebreos 13:4. “Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo.” 1 Corintios 6:18. “Ustedes han oído que se dijo: ‘No cometas adulterio’, pero yo les digo que cualquiera que MIRA A UNA MUJER Y LA CODICIA ya ha cometido adulterio con ella en el corazón.” Mateo 5:28. El uso de pornografía como medio para imaginar una circunstancia trae como secuela el morbo lascivioso, la concupiscencia y el acto pecaminoso de la masturbación. A veces me da por no creer a personas que dan gracias a Dios por diferentes motivos, que escriben un amén ante una declaración empática, que alegan ser cristianos pero sus conductas desdicen de ello. Me da por no confiar en todo y en todos. Por ello, aunque no soy mejor que nadie, no soy compañero y no camino ni siquiera una milla con todo tipo de personas contaminantes. Porque sí, un poco de levadura fermenta toda la masa. Me importa un pito si alguno quiere distorsionar esta verdad. Allá cada uno con su conciencia. Por tópicos como estos escribió Shakespeare: Ser o no ser ( To be or not). También: No hay peor tiniebla que la ignorancia. Imaginar que tiene relaciones sexuales con una mujer ajena soltera o casada, desconocida, una vecina que tiene su marido o no lo tiene, con varias mujeres a la vez alternando sexo, con hombres afeminados, con niños o niñas llevando a cabo fantasías eróticas concupiscentes no les parece pecaminoso, ilícito, una promiscuidad, aberración. Hay que ser un sádico, un enfermo sexual y hay gente muy liberal que convierten la liberalidad en desafuero y no tienen reparos en manifestarlo. Con gente así cómo se limpia el espíritu del ser humano. A veces oran o rezan letanías a su dios ( minúsculo) como si con ello fueran a lograr algo con el espíritu lleno de inmundicias. Salen de los supuestos lugares santos, acuden religiosamente a esos lugares y tras mea culpa solo retórico y nada del corazón se van a los rincones y espacios ocultos a buscar satisfacción a veces retrotrayendo imágenes de hombres o mujeres que vieron durante el culto. Sienten lascivia cuando ven un pecho abierto, un escote muy bajo, configuraciones de lantaletas ( blumens, panties), configuraciones geométricas de los sexos femeninos, de los miembros masculinos y se regodean de sadismo, de morbo sensual, de muecas grotescas, de posiciones y acciones perversas. ¿De qué les vale un amén, de qué les sirve un mea culpa, visitar Iglesias, ponerse un traje decente si en el fondo son lobos rapaces dispuestos a depredar a sus presas con imaginaciones morbosas y enfermizas?.