Un presidiario está siendo entrevistado por el Alcaide de un recinto carcelario y el Juez que lo había sentenciado a quince años de prisión, en las oficinas del Alcaide. La entrevista comienza de esta manera:

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- Veo en tu expediente que estás aquí por haber cometido delito de robo agravado - indicó el Alcaide, y a renglón seguido... ordené traerte y contigo tu expediente porque he pensado en que se debe revisar tu caso a pesar de los agravantes en tu delito.

- Sí señor, así es. Fue una equivocación muy lamentable de mi parte. Contesta el  presidiario.

-He recibido recomendaciones del Señor Alcaide para que revise su caso. Intervino el Juez.

-Para mi es una sorpresa agradable, no tenía idea sobre ello - y a renglón seguido- gracias Señor Alcaide, gracias.

- Verás - indicó el Alcaide - Se trata de que eres una persona joven, se ha observado tu conducta en este presidio y por recomendaciones de otros he decidido solicitar al Señor Juez revisión de tu caso. Ya cumpliste cinco años de quince que debías cumplir y me parece que diez años que te faltan por cumplir es mucho tiempo que se pierde. Mi filosofía carcelaria me permite favorecer a los que se portan bien. Los presidiarios le cuestan mucho dinero al erario público y es ahorro por cada uno que salga regenerado de este infierno que dirijo. ¿ Te parece un infierno este lugar?.

-¡ No Señor!, no me parece un infierno. más bien es un lugar de dubitaciones, de razonamientos, conteo de días calendarios sin equivocarnos, de arrepentimientos... y de pedir perdón a Dios por los daños ocasionados a otros...

- Buena tu apreciación y discurso, pero... ¿porqué entonces es que dentro de la población  en este recinto hay muchos reincidentes... que opinas sobre ello?.

-Señor, la sociedad le ha fallado, como ocurrió conmigo. La sociedad observa la paja en ojo ajeno  pero hace caso omiso a la viga que les impide ver realmente sus desviaciones. Doy por descontado en mis consideraciones que la mínima expresión y concepción de sociedad es la familia, en el hogar. El hogar, un lugar en el que todos sentimos las presiones psicológicas por diferentes motivos y de diferentes maneras. Los hijos las presiones educativas y disciplinarias que demasiadas veces no es modo educativo ni disciplinario porque la cultura de quien educa es ególatra. Nuestros padres son víctimas de sus culturas porque a través de ellas les llega el acondicionamiento que forma a las idiosincracias, la forma de ser de cada ciudadano...

-¡ Espera un momento! - interrumpe el Juez,  y a renglón seguido...- Si es como dices... ¿ porqué muchos ciudadanos son honestos y no delinquen?.

-Perdones Usted señor, lo que voy a contestar: Allá afuera, en cualquier Ciudad, los honestos que usted menciona, los que no delinquen, son demasiadas veces criminales en potencia. No son todo lo honestos que suponen o aparentan ser. En cada oportunidad que tienen mienten, malversan, trastocan las verdades, para salir airosos. Mienten al fisco para ahorrar pagos de impuestos; a las autoridades policiales para levantar falsos testimonios. Mienten usando excusas para justificar acciones lesivas a los intereses de otros y de los gobiernos. Para obtener un beneficio Social mienten. Forman contubernios entre amigos y famiiares yendo tras falsas acusaciones o para que sean otros los condenados por delitos que no cometieron; contubernios para robar o usufructar bienes ajenos, peculado con los dineros del pueblo. Otros, cuando asisten a las Iglesias mienten a su dios al ostentar las ofrendas. Los que las reciben y que las piden en nombre de sus dioses, para vivir en opulencias mientras los que las otorgan son marginados por ellos mismos, personas pobres pero sinceras. Los que las reciben repito, porque lo que tienen en vez de Iglesias, es negocio montado, emporios comerciales y mintiendo reciben todo tipo de prevendas gubernamentales. Son delincuentes aprobados por la sociedad.

¿Ha visto usted peor y más insidioso delincuente que un político?. Es una claque de mentirosos, ladrones, usufructuarios de Bienes Nacionales, carroñeros, demagogos, oportunistas, malversadores de fondos públicos, traficantes de influencias, depredadores. Sin embargo, se cantan honestos, fieles, leales, dignos, honrosos, honorables y así se hacen llamar. Y sin embargo, han sido responsables muchos de crear enemistades entre nacionales, de segregar en partidos enemigos a las sociedades, de quebrar las arcas de países y crear mafias delincuenciales en contubernios con militares de altos rangos y jerarquías. Pocos de ellos están aquí en este y otros recintos carcelarios, porque forman anillos de protección que trastocan al espíritu de La Ley que consigne cárcel para sus delitos. Así se burlan de cualquier Código Penal y...

- ¡Espera!, te detengo en la conversación porque estoy sorprendido con lo que hasta ahora has comentado. Hablas como con valentías, ¿no tienes temor de lo que pudiéramos pensar nosotros que somos autoridades gubernamentales dispuestos a escuchar tus...quejas?. ¿Que le parece Señor Juez?.

-¡ Sí, claro!... tiene usted razón, pero sigamos escuchando a ver como se sigue desarrollando este joven; pero no sin antes preguntarle...¿ No tienes temor de que por tus palabras, tome yo una decisión adversa contra ti?.

-Señor Juez y Señor Alcaide, verán ustedes: Me han preguntado si este lugar es o no un infierno y entiendo que si lo fuera, toda la Sociedad en que vivimos lo es. Que no todos los de afuera son mejores que cualquiera de los que estamos aquí encarcelados. Que la violencia de afuera, produjo a los violentos de este lugar. Allá existen herramientas para salir airosos, aquí solo un muro de lamentaciones y un canal de comunicaciones sinceras con dios. Sabemos que el hábito no hace al monje. Hoy Usted Señor juez no tiene colocada la toga de investidura y puedo verlo como un ser humano independizado de ella, aunque con las facultades conferidas a su título de profesional. Me anima el hecho de que si Usted está aquí hoy, es porque es persona de buena voluntad y a ello me acojo tras mis diatribas. 

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