
ACUERDOS 2016 PLEBISCITO
EN COLOMBIA II
aceptada. Una verdad puede llegar a ser injusta cuando no es honrosa, o de aplicación misericorde pero sin méritos para tal consideración.
Se debe tener especial cuidado en todo lo que a juicio nuestro parece normal y adecuado a lo deseable, a lo verdaderamente deseable. Podríamos llevar con nosotros una tendencia equivocada como si fuera razón justa para desear perdones o castigos ajenos, que nos convierten en verdugos o perdonadores, responsables y causantes si fuera el caso, de aquello que parece deseable, si se llevaran a cabo con acciones injustas. Un vacío inmenso en el espíritu nos llevaría por la vida inmerso en una culpa sobre la cual solo Dios tiene la facultad de perdonar. Esto es, si buscamos chivos expiatorios a nuestras deseabilidades para acomodarlas a criterios morbosos, encontraremos chivos expiatorios, muchas culpas y muchos culpables. Entonces, encauzaremos el morbo hacia un disfrute de supuestas habilidades cognitivas y se inflará nuestro ego, y estaremos al borde de acantilados ególatras decidiendo por cuál espacio de entre éstos despeñaremos.
Liberales y Conservadores de aquellos tiempos no existen. Ya los motivos de aquél entonces desterraron sus razones, se diluyeron en el tiempo. Ahora nos urge diferente motivo, con diferentes razones y avales de satisfacciones que no deben ser ni son partidarias. Y que en cambio, traen consigo los beneficios que se han anhelado por mucho tiempo: No más conflicto, no más muertes, no más atentados por parte de los que en principio se enardecieron con la razón como estandarte, pero que eventualmente dejaron de tener consigo esas razones en vista de que las han trocado por llegar a ser y estar equivocados, por causas y motivos de paz y sosiego. Entonces, de cara a este enfrentamiento con todas las razones bi-direccionales que inducen a tomar decisiones, cualquiera pudo ser factible, salvo que algunas verdades dejaran de ser esencialmente razonables para ser solamente condescendientes. Un sí plebiscitario pudo tener motivaciones empáticas, no por ello tendría que ser justo, porque actuar al margen de La ley es delito punible y no se supone que la condescendencia sea amparo a favor de los que cometen delitos graves. De alguna manera un criminal debe ser sometido al pago y eso no resta el ser humanista. Cuando Caín asesinó a Abel, dios condenaría a cualquiera que quitara la vida a Caín, porque él quería que Caín purgara sus culpas con existencia sujeta a vicisitudes, de tal suerte que realmente se arrepintiera de su maldad. Entonces, no vale un premio el perdón necesariamente.
Que si la muerte de Gaitán produjo el bogotazo y eventuales insurrecciones, la voluntad de todos se allegue al perdón y sus consecuencias, incluso hasta por necesidad humana de hacer valer nuestra fe y la esperanza que dimana de ella, siempre y cuando los méritos sean suficientes, pero no por gratificación o premio, sino por acción privativa. Todo en aras de una detente al conflicto armado entre las Fuerzas Armadas gubernamentales, el pueblo de Colombia y las Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia. Después de todo y a pesar de los criterios mal enfocados, este conflicto ha sido doméstico y en el patio trasero de nuestro lar, nunca fue una guerra entre Estados y quienes estaban a uno y otro lado de los bandos han sido todos , hermanos colombianos.
Nunca fue una guerra multi-dimensionada sino, una serie de escaramuzas y acciones lesivas a intereses de los mismos que se refugiaron en las montañas para desde allí hacer reclamos justos y valederos, pero no utilizando las armas y el valor de hacer justicia por parte de ellos como Conservadores; esto lo conviertió en movimiento fuera de La Ley. Que con el pasar y discurrir del tiempo los reclamos tuvieron un trueque idealista que retomó el poder desenfocando las razones de peso que iniciaron la rebelión armada, es un hecho irrefutable. Pero, no podemos ni debemos detener el tiempo y los procesos que advienen con él, para acomodar ya a destiempo, nuestros intereses en este caso a través de un " SI o un No "plebiscitario”. No por perdonar, anotando un SÍ, estaremos desconociendo el dolor de las víctimas tri-laterales del conflicto. No por ello, estaremos desvirtuando las vicisitudes pasadas por los desplazados. Y, no por ello estaremos desconsiderando toda la sangre inocente derramada en suelo patrio y... sí es justo escribir, que con toda falta de misericordia, ilegal, maliciosa y voluntariamente para que un estigma no se puede permitir borrar las huellas históricas de aquellos inocentes, de sus momentos y sus masacres. Sería injusto de mi parte obviar esta nefasta inmisericorde obra de los que aún no han pedido perdón sinceramente.
No empece a ello, hoy, debemos ir cabizbajos al entierro de las culpas a través de
un perdón plebiscitario, porque todo buen cristiano debe estar dispuesto a perdonar y ser émulo del Cristo que perdonó incluso a los que con euforia lúgubre penetraron su costado hasta verlo sangrar y morir llenos de morbo. Ello, como recalcado> Si se hallan los méritos y se logra obtener convicciones en torno al beneficio. Beneficio, pero no por las dudas, antes por las convicciones y el deseo honesto y sincero por la dejación de las armas. Y, si ese humonista es un ente nacido en esta tierra bonita, con más anhelo extender las manos a quien las reclama en virtud del deseo de reconciliación. Demos entonces, al beneficio de la duda una entrada y un espacio por la tipificación del anhelo por la paz y el sosiego que tanto necesitamos los colombianos y extranjeros que son fraternos con nosotros y nuestras idiosincracias en ésta promisora tierra colombiana. Si las convicciones en la negativa son justas bien vale tal negativa como justiprecio a viles interacciones de lesa humanidad.
Que no todos se desmovilizan, no es óbice para dejar de aceptar a los que sí están dispuestos a practicar buena voluntad de reintegración a la sociedad colombiana. Que continúa el conflicto con los que no han llevado como estandartes sus predicados anhelos porque quieren más, no hay opciones que no tengan que ver con esa voluntad y anhelo de los anteriores que pugnan por una solución al conflicto. Ello, porque el conflicto no es una opción, ni por deseable ni por idónea. Si los méritos de éste fueron cimentados en un ideal comunista, es bueno saber que una res posee tan solo dos filetes y nunca se ha conocido que en un sistema comunista, al proletariado le haya tocado el turno de probar bocado de filete.
Por otro lado, no cabe en la actitud ególatra, que quienes predican Justicia Social, lo hacen desde púlpitos, con teorías promisorias, pero desde las mesas de los comensales solo recurren a despachar migajas hacia el piso para los hambrientos que creyeron, sin poder disfrutar de los manjares prometidos, iniciando con ello el credo de que del dicho al hecho... hay mucho trecho. Y harto probado que todo el socialismo de siglo XXI ha fracasado como ideal y como práctica: Política, económica y socialmente. El que tenga dudas, solo tiene que enfocar la vista hacia otros meridianos y otros paralelos, que cualquier lugar en el Universo actual carece de un modelo socialista exitoso. Así se puede observar de cerca si el mono es tan gracioso y mono como lo pintan.





