


IMAGINACIÓN SOCIOLÓGICA
PARTE 3 DE 3
conceptual el Rey debía entender que tenía que gobernar, con mesura, equilibrio, justicia, equidad, centro, bondad, astucia, moderación, razonabilidad etc.
Desde la imaginación sociológica se plantean los problemas, considerando que existen las posibilidades de solucionarlos o replantear nuevos modelos de gestión en pro de ellos para tipificar acciones encaminadas en primera instancia a entenderlos y en segunda instancia a resolverlos. Para ello es que hace falta que el hombre posea la cualidad mental implícita y apropiada para determinados planteamientos, de tal manera, que pueda llevar lucidez en la retórica conceptual para las recapitulaciones que se tengan a bien considerar. Estas inferencias o tal vez aseveraciones, son en parte las preocupaciones de Charles Wright Mills en su ensayo : La Imaginación Sociológica. FCE Mexico,pp.24-28, 31-33.
Está claro que la indiferencia a enfrentar los problemas plantea una crisis de valores en el entramado social, que afecta a toda la sociedad en conjunto, y trastoca toda gestión particular que se haga en contrario. Pero hay que entender que las capacidades sociológicas de imaginar, plantear, recapitular y resolver no dependen de quienes carecen de lucidez mental cognitiva. De tal suerte, que las mejores intenciones chocan contra este fenómeno inductivo en toda dirección contraria. Y, repito: el vulgo es mayoría. No con esto estoy capitulando, porque medios hay para vender o endilgar concienciación y no hay peor lucha que la que no se hace. Solo me preocupa el hecho de que la retórica dice mucho pero hace muy poco. El interés en proponer es distinto a la voluntad de tomar acciones y resolver. Exísten ejemplos y méritos de interés social, y donde los hay se observa la gran diferencia: hay más armonía, más justicia social, paz, progreso y desarrollo. El interés público se convierte en prioridad debido a que la lucidez mental propone y el ser humano en estos entornos dispone. El interés público se hace parte de todos los estamentos sociales y de los pobladores en particular.
Charles Wright es un crítico que coloca las advertencias sobre las necesidades perentorias en el ser humano de cara precisamente a sus necesidades sociológicas y propone deseabilidades. Sin embargo, no es explícito en cuanto a soluciones, como no sea imponiendo las cargas y preocupaciones sobre los hombros de la sociedad ante sus disyuntivas.

