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EN POCAS PALABRAS  I de VI

Se trata de lo que me contaron mis dubitaciones y pensamientos, y me dijeron que te dijera y te digo. Para que por anticipado tengas algo  de lo que preocuparte, por aquello de lo serio del asunto que te planteo, así puedas tomar lo bueno de todo ello. El resto lo colocas en un matero de balcón, de tal suerte que puedas ver cada vez lo que sembraste en tu alma sobre mi orgánica tierra, y tal vez tengas que arrepentirte de no haber cultivado algo alimentario para el futuro. Tú sabrás que hacer con ello. Ya hice mi parte.

Discurre el año 2017 de este siglo XXI en medio de tensiones de todo tipo: Macroeconómicas, belicistas, Sociales y políticas. Algunas de estas tensiones son complejas, porque penden de intereses antagónicos y protagónicos  irreconciliables, que tienen que ver con  circunstancias en que estamos ya inmersos, y seguiremos en ello hasta futuro no muy lejano. Coloco en la disyuntiva una primera instancia debido a sus relevancias, a tenor con intereses nacionalistas tenaces y totalmente protagónicos respecto a lo que intento traer a colación en el título que me induce a escribir. Los profesionales que hacen historia en los campos de las políticas públicas mundiales, nos han abocado en su instancia prioritaria, a participar o ser espectadores en una guerra mediática diversificada. La de las comunicaciones, que pugnan por la proliferación y eventual aceptación de verdades ajenas ancladas en motivos también ajenos, en los que los enunciados intentan inducirnos a razonar sus postulados teóricos o hipotéticos. Escribo sobre esta guerra mediática de las comunicaciones en orden prioritario, porque tras recomienzo de la guerra fría entre un bloque soviético de Naciones y un bloque Occidental compuesto por Los Estados Unidos y sus aliados en la Europa del Este  y Occidental, los medios oficiales en cada facción se hallan enfrascados en tal guerra mediática mencionada. Lamentablemente, con el pasar del tiempo se ha recrudecido esa guerra y lo que comenzó con inferencias solapadas e indirectas, ya responde con propiedad a un odio intransigente generalizado. Se trata del desprestigio infamante, de la insidia comunicacional voluntaria y maliciosa que va sacando de contexto la deseabilidad del diálogo constructivo entre las partes. Las animadversiones están ocupando espacio a la racionalidad y se perfila un desenlace nada agradable, muy peligroso y hasta enraizado en los espíritus del ser humano. Tan enraizado, que se puede vislumbrar todo el trayecto de caminos fracasados y de caminos tomados al parecer sin retornos. Existen varios medios neo-comunistas que tras bastidores se despachan con demagogias malintencionadas contra todo lo proveniente de Europa, La UE y Los Estados Unidos. Se trata de R.T.com, Sputnik y otros, que con agendas criminales tergiversan, trastocan, pervierten y malversan las verdades de los hechos, porque son medios patrocinados por los rusos y algunos como RT.com son propiedad de Rusia. Este medio es desinformativo. Magnifica todo lo ruso y descalifica todo lo que dimana de Occidente y específicamente de EE.UU. Ya esta guerra mediática entre voluntades y comunicaciones llegaron a un tramo de intolerancia y nadie está exento de padecer sus efectos. La guerra mediática ha cambiado a ser lesiva a todos los intereses porque es pluridireccional. De las comunicaciones y las diatribas a las voluntades destructivas está el corto trayecto que conduce a la destrucción total en una guerra macroeconómica que conduce a las acciones bélicas. Las palabras están abriendo espacio y cediendo el camino a las egolatrías de supervivencias. Paradójico resulta utilizar concepto y vocablo tan a tenor con esto último: Egolatría. No es para menos, que las discrepancias y desavenencias han sido trocadas por los anhelos de descomposición social en todos los aspectos que tienen que ver con las existencialidades  des-confraternizadas y en cuyas vivencias el dirimir no se contempla porque ya el duelo es a muerte. El panorama se va perfilando y se observan alineaciones, tramas, contubernios y confabulaciones. No solo se observa esto en el panorama mundial, sino que no es difícil completar el cuadro circunstancial y se puede dar por seguro el enfoque con el cual se asegura el desenlace: La guerra total.

Tras el triunfo de los aliados en La Segunda Guerra Mundial, el fortalecimiento económico de mayor relevancia le correspondió a Los Estados Unidos, y a este país le pareció asumir toda clase de liderazgo y a tenor con ello  se dio a la tarea de establecer intercambio de divisas con respecto a otras monedas extranjeras, partiendo desde un valor asignado al oro como base de sustentación y  de precio por la moneda que emitió originalmente en 1785 y que por decreto, El Congreso declaró denominar dólar de  unidad centesimal para uso y de curso legal.  Como divisa sustentada por cada onza de oro depositada en el Banco del Tesoro Nacional estadounidense, fue reconocido el dólar durante los acuerdos de Bretton Woods en 1944.  Previo a ello fue divisa la libra esterlina de Inglaterra. Pero dada la hegemonía que llegó a tener tras la segunda guerra mundial, el dólar  se consolidó como divisa de referencia. Hoy, trancurridos 225 años de su creación, es usada esta divisa hasta en un 66% de toda transacción de carácter Internacional. Esta circunstancia favoreció mucho a la economía estadounidense durante mucho tiempo. La divisa de EE.UU. adquirió un carácter de hegemonía. Lamentablemente por el exceso de confianza donde se halla agazapado el peligro, esta divisa fue proliferada hasta más allá de su precio  nominal de cara a las proliferaciones comerciales y a las necesidades de su uso. por supuesto que  con emisiones extraordinarias, que superaron los valores de sustentación. Ello, considerando que resultaba imposible que todos los países tenedores de divisas se pusieran de acuerdo para pedir el valor líquido en oro a la misma vez. Realmente es imposible que ello ocurra. Sin embargo, la divisa tiene un talón de Aquiles que tiene que ver con repatriación y pago de la honra. Toda moneda emitida, acuñada o impresa en metal o notas de crédito sale a recorrer mercados Internacionales, y tiene un crédito que se honra en cada transacción en todo ese recorrido. Sin embargo, mientras no es repatriada ocurre que todas esas honras de pagos se suponen circuncritas a los valores en oro que representan cuantitativamente. Todos en todas partes suponen el valor fuerte de cada moneda o nota que se transa como medio viable para toda obligación comercial,  en oro hasta el año de 1971. Cada nota a la que se asigna un valor y cada moneda acuñada, posee el valor en oro sólido, depositado en lingotes en un banco del Tesoro Nacional de cada país y Estados Unidos no es la excepción. Lo escribo en tiempo presente, pero para esta fecha de 2017 el patrón de base no es ya el oro, como se da a conocer más adelante.

Bueno saber, que como medida de protección a esos valores acuñados en lingotes de oro, algunos países depositaron su oro en Bancos de países que garantizan esa protección. Obviamente, se trata de países con aprehensiones que no desean tener todos los huevos en una sola canasta. ¿ y qué mejor país para ser depositario del oro perteneciente a segundos que el que salió muy fortalecido económicamente de la Segunda Guerra Mundial y que tiene la buena pro de tener la divisa referente para el comercio Interestatal?, ¿qué mejor país que quien se levantó de esa Segunda Guerra Mundial como una superpotencia  política, económica?. Eso ocurrió por un lado con muchos países. Depositaron sus lingotes de oro en El Banco del Tesoro estadounidense. Es en este renglón en el que inciden los medios malintencionados de comunicación. La Democracia corre peligro y está siendo asediada por estos medios desinformativos rusos que no solo pugnan por destruirla, sino por destruir la economía del país más poderoso del mundo: Los Estados Unidos. Y, pareciera que en EE.UU. no se percatan de que RT.COM es el enemigo y es la avanzada criminal rusa contra todo Occidente.

 DUBITACIONES- ENSAYOS

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