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MIS POSTULADOS

Si alguien tiene de mi una queja, lance la primera piedra. Siempre hice lo que creí justo sin ceñirme a lo que otros desearon. En ocasiones fui víctima y los que no conocen la historia o las circunstancias me condenan. Siempre hice todos los esfuerzos de practicar justicia, no porque fuera justo, pero porque siempre quise que al tomar una decisión fuera aquilatada por mi espíritu antes de llevar a cabo una instancia a tenor con lo que fueran afectaciones en mi contra. Siempre otorgué tres oportunidades antes de tomar decisiones. Nunca traté de ser buen cristiano, pero sí cargar con la cruz hasta que me fuera posible cargarla. Cuando comprendí que ya no debía cargarla me deshice de ella, porque jamás he deseado ser un mártir porque cargue una cruz más allá de lo que considere justo. Soy un autodidacta por naturaleza, un concienciador. Pero, lo soy hasta que crea que se puede y deba ser autodidacta o concienciador. Si las personas en mi entorno, esas a las que he dedicado mis enseñanzas y transmitido mis conciencias no aprendían y no hacían el esfuerzo por aprender, los dejaba por perdidos o por perdonados. Si aboné algunas tierras y brotaron frutos en ella, ¡santo y amén!, que ello sea bueno para la subsistencia. Si hubo otras que no sintieron sobre sus melgas el abono, no fue mi culpa, hice lo propio para ver crecer el fruto, pero demasiadas veces, al hacer casos omisos, al no recibir en frutos las semillas sembradas dejé de abonar la tierra. Nunca fui un canalla y siempre hice esfuerzos sobrehumanos para permanecer en una empresa. Cada que percibí el peligro lo expuse sin desalientos, pero tanto golpea una gota de agua sobre una piedra que esta le practica un hoyo. Fue cuando prediqué en el desierto y nadie me escuchaba. Ante tales eventualidades dejé que las ovejas tomaran sus propios rumbos. Nadie con verdad puede acusarme de nada. Incluso, desde mis comienzos como deudor en circunstancias de compromisos fui pagando mis haberes con deberes y obligaciones. Al pagar no recibí de mis deudos las satisfacciones que debía recibir, al contrario, tuve que dejar las melgas a otros que a fin de cuentas no se hicieron cargo de ellas. Siempre hablan los terceros, los que en ocasiones se sienten afectados, pero que nunca hicieron algo por ayudar en el cultivo. Buenos para resentir, pero malos para comprender que si se les pidió ayuda, debieron hacer sus aportaciones. Perdieron el derecho al resentimiento y a tildarme de mal labriego. A veces, es mejor no contar las historias porque laceran espíritus y entonces es mejor callar. Lo bueno de todo ello es, que quienes han servido mal, llevan las culpas en sus conciencias. Y si se arrepintieron, bien por ellos, que nunca es tarde si la dicha es buena. He trasegado por distintos caminos, labrado en distintas tierras y siempre lo hice con tesón y ahíncos, con amor, con dedicación en cada empresa y aunque tarde descoyen brotes sobre las melgas y eventualmente se conviertan en frutos, podría tan solo pensarlo, adivinarlo, percibirlo o saberlo, pero el tiempo ya pasado es como el agua parada que no mueve molinos. Ojalá haya sucedido en algunos casos como creo para levantar la frente y permitirme la inferencia de que hice lo que pude y lo que me permitieron hacer. Voy en paz conmigo y con mi espíritu, no sin antes inculparme por los errores cometidos. No pretendo salvarme a propósito de una total y plena bondad para conmigo, cosa que después de todo tienden a hacer los seres humanos como para llegar limpios a sus destinos. NO, no pretendo eso, soy humano y como tal producto de imperfección del ser y como ser humano cometí errores. Pero, no donde hiciera falta esfuerzo y dedicación en pro de mis felicidades y las de otros como un ser empático, amoroso y condescendiente. Si otros no fueron receptivos o dejaron de aportar sus esfuerzos, no es mi culpa. Propuse, dispuse y no aparecieron los resultados. Otorgué en mis vivencias lo deseable, lo propio, lo que siempre fue mi anhelo, lo que fueron mis vehemencias en torno a las personas que serví con denuedo, solo hasta dejar el peso de la cruz y tener que dejar de ser cristiano para emprender nuevos caminos siempre con las mismas prerrogativas en aras de la fe y la esperanza. Ahora moriré sin justificarme, porque no se trata de ello, sino, de que llevé a cabo mis encomiendas como se supone hasta el cansancio y lo humano. Si algún cristiano se siente resentido u ofendido con lo que considere mis culpas y por ello llegue a repudiarme u odiarme le recuerdo que mientras permanezca odio en su espíritu, nunca podrá ser mejor que yo, tal vez igual pero nunca mejor, porque el rencor solo conduce hasta la amistad y amigabilidad con el enemigo de Dios. Y para lograr aceptación divina y no haber perdido el tiempo atesorando su odio, hay que estar muy dispuesto-a a perdonar, aunque no se conozcan en realidad las causas de su odio y ni las acciones tomadas respecto a lo que fuera la razón o el motivo que trajo como consecuencia su actitud. A veces, el conocimiento de los efectos no es suficiente para tomar determinaciones, sin conocimientos de causas para ellos. Además no nos pertenece hacer el juicio porque carecemos de las facultades de ser justos. Difícilmente podemos lanzar la primera piedra. No importa la cantidad de rencor que tengas por una persona, eso no te hará mejor que ella. El mal no está en la persona a la que odias... está en tu espíritu, y sin una reconciliación con esa persona, todo lo que hagas imitando al Cristo será invalidado por él, porque será considerado tiempo perdido e intento de engañarlo. Si no lo crees pregúntalo a Dios y él te lo repetirá, porque ya te lo dijo antes. En mis postrimerías voy inmerso en las bondades que también prodigo, tomado de las manos de quien me otorga el beneficio de las dudas, pero con el amor y la empatía que me hace sentir ser una persona especial en su vida. Razón suficiente para que mis anhelos y vehemencias radiquen en la fe de su amor y en la esperanzas que dimanan de lo que ambos esperamos. Por ello, doy gracias a Dios, que al final me entregó en los abrazos de esta persona con la que deseo terminar mis días por su gran amor y su entrega como verdadera compañera.

 DUBITACIONES- ENSAYOS

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