
ALZHEIMER
ALZHEIMER Primera parte de dos.
El alzheimer es una enfermedad de mediano-largo plazo que consiste en paulatina desconexión neuronal a través de un proceso DEGENERATIVO. Uno de los cuatro cerebros que posee el cuerpo humano controla todo lo que tiene que ver con las capacidades cognitivas y los otros tres con todo lo que sea metabolismo, reacciones neuro-motoras, neuro-sensoras, interacciones del aparato respiratorio, circulatorio y digestivo, cada uno de cara a las necesidades vitales del cuerpo forme. Del cuerpo forme escribo, porque debido a todo el armazón óseo- esqueletal el cuerpo tiene características formativas físicas; de no ser por ello, sería una masa informe y mórbida depositada sobre un suelo cualquiera. Es inconcebible que profesionales en distintos campos docentes, tecnológicos y facultativos, no acaban de comprender que las desconexiones neuronales producen un desorden paulatino en funciones inherentes a determinados sistemas motores, neurológicos y funcionales. Que los cuatro cerebros son casa matriz y centros de mando desde donde parten todas las
directrices para interacciones del cuerpo humano, lo mismo motoras que sensoriales. Que cuando las neuronas carecen de conectividad, todo el cuerpo padecerá a mediano-corto y largo plazo de casi toda disfunción, porque se hace imposible el funcionamiento adecuado sin conexiones neuronales. La enfermedad de alzheimer produce esta desconexión paulatinamente y a medida que va ocurriendo toda interactividad del cuerpo, especialmente la que tiene que ver con la conciencia va desapareciendo. Comienza con la pérdida de memoria, luego con alguna regresión a estado irrazonable, irracional e irrazonado. Poco a poco también las funciones acondicionadas van desapareciendo y el enfermo lleva a cabo movimientos involuntarios que no dirige, que no controla. Parece redundancia todo esto, pero debe ser así precisamente porque la gente no acaba de entender que una persona con desconexiones neuronales no podrá controlar, dirigir, encauzar nada en su cuerpo, que todo su cuerpo llevará a cabo interacciones incontroladas porque no hay conexiones dirigidas intencionalmente a ejercer determinada acción. Que cada metabolismo poco a poco caerá en postración por incompetencia funcional en cada sistema vial del cuerpo. Que el enfermo perderá la capacidad cognitiva, las capacidades intuitivas, la racionalidad, los movimientos motores, tales como comer, sentir los sabores, sentir al tacto la materia, dejar de ver las cosas por falta de conceptualización y capacidad de conceptuar. Los cinco sentidos pasarán a estar y ser atrofiados. Los mandos no logran enviar mensajes para interacción del cuerpo en cada elemento coyuntural. Alzheimer es la muerte lenta de cada órgano y sistema del cuerpo, es la muerte lenta de toda funcionalidad y eso hay que entenderlo, para saber, que un enfermo de alzheimer no tiene cura, que se irá deteriorando poco a poco hasta que todo deje de funcionar en un colapso de muerte. Que todo tratamiento a favor del enfermo es solo paliativo y que de todas maneras el enfermo sucumbirá a los efectos de la desconexión neuronal. El Centro de mando, la casa matriz, los cerebros carecen de viabilidades para poder llevar a cabo sus funciones y directrices. Que con este deterioro, ocurren cambios insospechados como pérdida de la voz o cambios en el metal de voz. El enfermo puede dejar de ser escuchado como antes porque hayan cambiado sus onomatopeyas normales y puede que de llegar a ser una voz potente, pase a ser grave, o como la voz de un niño. Una regresión involuntaria puede ocurrir y el enfermo podría estar en un mundo del pasado, incluso llamando a personas que ya no existen porque hayan muerto, o que existen pero son llamados como en un estado de inconsciencia. Son llamadas a personas desaparecidas con el tiempo pero no porque sea el deseo racional del enfermo, simplemente porque son memorias guardadas que salen sin que el enfermo las controle o quiera. La persona que asiste a un enfermo de alzheimer debe conocer este paulatino proceso y de que cada vez será peor, nunca mejor, salvo que determinados metabolismos e interacciones no reciban el daño tan de inmediato por obtener ayuda suplementada por los fármacos. La única forma o manera de ayudar a un paciente con alzheimer es con paciencia y amor, supliendo los fármacos prescritos por la ciencia que solo sirven para hacer llevadera la vida, mientras esta puede ser mantenida. Con mucho amor y atenciones cariñosas y sin perder el norte respecto a ello. Supliendo alimentación adecuada para tratar de extender la vida y las funciones neurológicas y que los metabolismos trabajen al máximo entendiendo que ello NO ES GARANTÍA DE SUPERVIVENCIA O SANACIÓN.